La distribución de la vivienda de la década de 1940 nos recibía con un amplio recibidor, desde el cual se accedía a un salón comedor fragmentado. Desde este espacio, arrancaba un largo pasillo que conducía a las numerosas estancias de la casa, hasta llegar a la cocina, ubicada al final del pasillo.
Maria y Ke llegaron a Piano Piano con el objetivo de encontrar un proyecto de reforma que se adaptara a sus hábitos de vida diarios: la necesidad de contar con dos zonas separadas para teletrabajo, un espacio en el que recibir a la familia durante largos períodos y un área privada para descansar y asearse. Además, tenían claro desde la primera reunión que querían que el color tuviera un papel protagonista en el diseño.
Nuestro trabajo como arquitectas tuvo como objetivo principal romper con el esquema del pasillo largo, estrecho y sin función, para lograr un trazado más flexible, en el que la iluminación natural y la ventilación cruzada pudieran fluir con libertad.
Para ello, se plantearon dos zonas principales en los extremos de la vivienda: una zona de cocina, comedor y salón, vinculada al acceso y a la fachada principal, y una zona de descanso y aseo, orientada hacia el tranquilo interior de la manzana. Entre estas zonas, el corredor se difuminó. Mientras que las áreas más comprimidas se llenaron de almacenamiento, la zona más amplia se convirtió en un espacio flexible y abierto, ideal para desarrollar actividades diversas en cada etapa de la vida: jugar, planchar o leer de manera agradable y tranquila.
Los futuros usuarios tenían claro qué querían de Piano Piano: una distribución meticulosamente controlada, una geometría que permitiera visuales infinitas y recorridos circulares, y un protagonismo del color tanto a nivel funcional como espacial. Tres colores cuidadosamente seleccionados se incorporaron en diferentes zonas, sobre un manto homogéneo y neutro de piezas cerámicas de 20×20. Estos colores fueron: un azul limpio y un tono medio de madera para la cocina; un verde relajante y tranquilo para la zona multiusos y el dormitorio; y un terracota clásico para los baños y las zonas umbrales entre los balcones y las áreas interiores.