La propuesta tiene como objetivo potenciar los aspectos positivos que apreciamos en el primer recorrido y minimizar aquellos que alejan el lugar del privilegio que merece. Con nuestra propuesta, queremos mejorar la experiencia del recorrido y la estancia en el sitio. Un paseo entre la acequia y el lecho del río, sobre gres, hojas caídas y gravas cerámicas, con la edificación existente, bancos coloridos y vistas enmarcadas por una nueva pérgola.

A lo largo del recorrido, bancos de diferentes geometrías, hechos de gres esmaltado, invitan a la reunión y el descanso en puntos clave. Una nueva sombra, proporcionada por una pérgola, acompaña vistas privilegiadas. Estas intervenciones crean una huella fácilmente identificable. La materialidad y el color permiten reconocerla como una capa más del lugar, un estrato nuevo entre los ya existentes.

Desde el acceso sur de la parcela, una alfombra de gravas cerámicas nos recibe y cubre una superficie triangular que en el futuro será reemplazada por un nuevo vial previsto en el planeamiento. Dado que es un pavimento temporal, hemos utilizado un material reciclado y filtrante que no deja huella ni desperdicia recursos económicos en un lugar que posteriormente se intervendrá nuevamente. Se descubre la acequia en este punto y se cubre con barras de acero corrugado que permiten el paso y piezas de gres en los laterales de la acequia de la marca Exagres Gresan Serie Natural, modelo tira lisa de dimensiones 6 x 24,5 cm.

Avanzando hacia el norte de la parcela, encontramos el primer elemento cerámico de color, un aparcabicicletas y una fuente que dan la bienvenida al lugar en un espacio de descanso, materializados en gres con un diseño geométrico de la marca Exagres Gresan Serie Natural.

Alrededor de la edificación actual, sobre la cual no se interviene, se prepara el lugar como un espacio de bienvenida. Siguiendo una máxima del proyecto, hacemos solo lo necesario y evitamos el gasto de recursos en un lugar que será intervenido posteriormente y no es objeto de la propuesta actual. Desde aquí, el recorrido se bifurca en dos: 

A la derecha, unos nuevos bancales descienden de manera pausada formando dos plataformas concebidas como lugares de estancia. Su altura se salva con un escalón, repitiendo la estrategia del aparcabicicletas y fuente de bienvenida con piezas de gres esmaltado.

A la izquierda, una rampa salva la pendiente hasta el gran bancal frente al lecho del río.

Bajo la sombra de una nueva pérgola muy ligera, hecha con barras de acero corrugado y cables tensados a la espera de vegetación, los perfiles corrugados, más amables en su contacto con las personas, se atraviesan a través de unos cilindros de gres de la marca Exagres Gresan Serie Curtain.

Las características del entorno privilegiado de la propuesta nos hacen pensar en conceptos como seguridad y accesibilidad desde el punto de vista del uso de los espacios. La propuesta aspira a que se pueda utilizar el espacio de manera segura sin una intervención excesiva que provoque una pérdida de sus virtudes. Se facilita el acceso con pavimentos que permiten recorrer la intervención de manera natural; grandes rampas, bancos, aparcabicicletas, una fuente y espacios con sombra redundan en la idea de que se trata de un lugar para todos.

En nuestra propuesta, destacamos los siguientes puntos:

Iluminación: se garantiza la percepción de seguridad mediante una adecuada iluminación y máxima visibilidad en todo momento.

• Protección climática: las zonas de estancia se sitúan tanto en áreas con sombra como en áreas soleadas, para ser usadas durante todo el año.

Espacios de estancia: se prevén 300 m² de zona exterior habilitados para la estancia. Adicionalmente, se coloca un banco cada 10 m en los recorridos de acceso principales para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida. Este mobiliario se dispone de manera que fomente la convivencia y el diálogo entre los diferentes grupos que acogerán los centros.

Fuente de agua y espacios para comer y estar a diferentes niveles.

El aspecto fundamental que creemos debe cumplir el proyecto es ser respetuoso con el entorno y consciente del lugar que ocupa. La proximidad al río y la posibilidad de inundaciones nos lleva a proponer pavimentaciones siempre filtrantes, donde las piezas se asienten sobre gravas cerámicas. Estas serán el resultado de triturar restos cerámicos de fábricas circundantes que no puedan ser utilizados y que se aprovecharán para crear un tapiz cerámico sobre el cual se colocarán las diferentes piezas de gres seleccionadas.

La ejecución del proyecto implica el uso de materiales locales y cotidianos, sin necesidad de excesivos recursos ni conocimientos tecnológicos avanzados, sino únicamente un trabajo y oficio delicado que preste atención al detalle. De esta manera, la obra podría ser realizada por trabajadores de la comarca, sin necesidad de desplazar grandes empresas con mayores recursos técnicos.

Como veremos más adelante en la memoria, el material cerámico elegido es un producto de la empresa betxinenca Exagres. Al elegir una empresa local, reducimos la necesidad de transportar los materiales desde grandes distancias, disminuyendo la huella de carbono. Con todo, nuestro interés ha sido reducir el impacto ambiental al mismo tiempo que lograr mucho con poco.

La propuesta surge de las impresiones que el lugar y el territorio nos ofrecieron en nuestra primera visita y de un estudio detallado de las necesidades expresadas en el informe técnico. Este se enmarca dentro de un ambicioso proyecto para poner en valor los márgenes del Riu Sec a lo largo del municipio, recuperándolo y acercándolo a sus vecinos. El nombre “Las pasarelas del río” nos remite a los juegos de los niños en el antiguo lecho del barranco y supone un guiño a nuestros bancos como hitos de transición entre los bancales, que de la misma manera pueden ser un juego para los niños de hoy y de mañana. Entendemos nuestra propuesta como un recorrido que se integra en el conjunto de caminos rurales relacionados con el río y como un espacio de encuentro y proximidad para la ciudadanía, salpicado de paradas en el camino para descansar, observar el entorno natural y aprender: elementos geométricos que, como esculturas, se erigen en el terreno a modo de pasarelas donde tumbarse, relacionarse y descansar. Por otra parte, una pérgola como filtro entre el núcleo urbano y el margen del río permite ofrecer una nueva ventana que enmarca el paisaje. La plaza de acogida en el margen sur, con una pérgola, una fuente y un aparcabicicletas, también quiere ser la puerta de entrada al futuro edificio que se acondicionará en la casa existente. Se sitúa en la unión de los diferentes caminos rurales que se relacionan con los ríos y, al desaparecer el cercado de la parcela pero manteniendo el arbolado existente, se convierte además en un espacio más acogedor, abierto y seguro.