Intervención en una casa que data de 1955 en Castelló para acoger la nueva sede de la Policía Local. El volumen del edificio es prismático rectangular con dos de sus caras entre medianeras. De cara al acceso principal en la calle Ramón y Cajal está compuesto de planta baja más dos plantas altas y su cubierta es inclinada. En la fachada secundaria en la Calle Maestro Serrano, es de planta baja más una planta de piso y cubierta plana. La nueva distribución que se plantea se va a situar en todo el espacio de planta baja, 261,20 m2 construidos, y un área delimitada de intervención en planta primera de 155 m2 en total.
El proyecto surge de la necesidad que tiene el equipo de policía de Castelló de ampliar y mejorar sus instalaciones, pues en el local actual en el que se encuentran tiene muchas carencias: apenas tiene espacio para trabajar ya que el número de estancias se aleja mucho de las necesidades del momento, la documentación la almacenan en edificios externos ya que es imposible tenerlo en la misma sede, apenas tienen luz natural,… y lo que es más incómodo, según nos contaba Jaume, el jefe de la policía local, es no poder recibir a los vecinos del pueblo para recoger sus testimonios en estancias íntimas y delicadas preparadas para ello.
El programa es fruto tanto de los requerimientos impuestos por la administración como de las necesidades del equipo de policía de Castelló, recogidas en varias reuniones con ellos.
En todo momento, los espacios han sido dimensionados pensando en la prestación de servicios actuales y en las necesidades de los usos del futuro, unos espacios que permitan que la plantilla crezca y que se creen puestos específicos en relación a nuevas áreas a incorporar dentro del cuerpo de la Policía Local, atendiendo sobretodo a medidas de igualdad. La policía del siglo XXI requiere la incorporación de más mujeres y mayores cuotas en la escala de mando; y la administración, así como los edificios en los que se aloja su trabajo, debe articular procesos adecuados para ello.
Se ha prestado mucha atención a plantear un programa que favorezca la atención al público en cuestiones tan necesarias como la perspectiva de género, para ello se han generado espacios seguros, competitivos y con miras a generar una cultura institucional que permita contar con un sistema de respeto y atención a los derechos de los más vulnerables, esto nos ha llevado a evitar los rincones escondidos que generan inseguridad y prestar especial atención a la iluminación de los espacios y itinerarios accesibles, al mismo tiempo que se han pensado espacios en los que reunirse para tratar temas tan íntimos como los testimonios de mujeres víctimas de violencia de género.
La geometría existente tendrá un papel muy importante a la hora de establecer las nuevas reglas para encajar la distribución, el fin es encontrar el equilibrio de lo existente con lo nuevo que se plantea. Cogeremos tanto la inclinación de la fachada principal como su perpendicular y la simetría de éstas para originar el juego geométrico que albergará y dará forma a los nuevos espacios.
Un recorrido longitudinalmente largo recorrerá el edificio dando privacidad de uso a medida que avanzas por él. Sobre éste aparecerán dos lucernarios para dar la iluminación necesaria en la zona más oscura del recorrido además de indicar el acceso a los vestuarios de los usuarios. La comunicación entre las dos plantas se hará por medio de una escalera de bóveda.
En la envolvente se interviene de manera delicada y discreta, ya que la intención en todo momento es mantener la esencia de la casa original, pero sí darle un carácter corporativo con nuestra ligera intervención.
Dos colores, el ocre y el azul, serán los protagonistas para vestir al edificio tanto por dentro como por fuera. Dos colores en los que tanto los vecinos como los usuarios del edificio tienen que identificar en todo momento la importancia de tener una casa de esas características apoyándoles en cada uno de sus posibles problemas.
En el exterior, carpintería exterior azul, cerrajería con partes en ocre y ligeros toques cerámicos en azul y ocre.
En el interior se colocará un pavimento de terrazo en toda la planta con un cambio de grano y tono en la zona de espera para dar la calidez que requiere el uso del edificio, reforzando esta sensación con mobiliario integrado de madera. Volveremos a colocar piezas cerámicas azul y ocre en los zócalos fortaleciendo la idea corporativa iniciada en el exterior. También aparecerá pavés en las salas donde la luz natural no llega y poder tener estos espacios más iluminados para fortalecer la idea de crear espacios seguros.