La rehabilitación del antiguo convento de monjas representa una oportunidad única para fusionar el pasado con el presente, dotando al edificio de una nueva vida que respete su historia y, al mismo tiempo, ofrezca un espacio funcional y acogedor para la comunidad. A través de una intervención que combina sensibilidad y rigor técnico, el proyecto busca no solo preservar el patrimonio arquitectónico, sino también enriquecerlo con nuevos usos y significados.

El diseño de la intervención se basa en los siguientes conceptos clave: mínima intervención, simplicidad de planteamiento y reducción del consumo energético del edificio junto a una mínima huella de CO2 en la intervención. El objetivo es dignificar el edificio con el menor impacto posible, respetando su estructura y geometría originales. Esto se refleja en la propuesta de distribución de los usos, que sigue una secuencia lógica y clara, agrupando los diferentes programas de manera racional e integradora. El Centro de Día, la Biblioteca y el Espacio de Jóvenes se conectan visualmente para fomentar el contacto intergeneracional, reforzando así la cohesión social y comunitaria.

En cuanto a la estructura, se realiza una intervención contundente en el ala del convento situada al sur, destinada al futuro centro de día. Los forjados de este volumen son demolidos y reconstruidos para regularizar las diferencias de cotas actualmente existentes, garantizando una distribución armoniosa de los espacios interiores. También será retirada la actual escalera de un tramo perpendicular a la fachada principal, que parte la pieza central, para ubicar una claraboya que atraviese todo el edificio de arriba abajo. De esta forma, se garantiza una mejora tanto en la iluminación interior como en la ventilación, además de una mejora en la climatización bioclimática.

La propuesta va más allá del programa enunciado, incorporando valores añadidos que enriquecen la experiencia de los usuarios y la relación con el entorno. La accesibilidad es una prioridad en la propuesta. Destacamos la rampa lineal y cómoda que permite salvar los desniveles de la zona del patio exterior y jardines. Las mejoras paisajísticas también son destacadas, como la renovación del acceso al jardín desde el exterior, dignificándolo y permitiendo una conexión visual entre la calle y el interior del jardín. Dentro del edificio, la singularidad se refuerza con la incorporación de la claraboya longitudinal central, que no solo aporta luz natural, sino que también redefine la estética interior del edificio.

En cuanto a la materialidad de la intervención, el acero y la madera son los protagonistas. El acero lacado en verde se utiliza para la nueva estructura, evidenciando las intervenciones y evitando caer en un falso histórico. Por otra parte, la madera aporta calidez y naturalidad a los cerramientos interiores y exteriores. Esta combinación de materiales refleja una estética contemporánea y, al mismo tiempo, respetuosa con la tradición arquitectónica local. Estos pequeños contrastes de materialidad exaltan la sencillez estética y compositiva de las fachadas posteriores del edificio, donde la presencia de marés genera una atmósfera acogedora hacia el jardín posterior.

Los pavimentos tienen un papel importante en la propuesta. Dentro del propio edificio del convento, se dispondrá de un pavimento continuo de hormigón y cal natural para enfatizar la diafanidad de la planta baja y la profundidad de las dos alas del convento. En cambio, en el edificio exento de una única planta, el pavimento se resolverá utilizando la propia solera de hormigón pulido como acabado. Dicha solera llevará restos de la demolición de las ruinas preexistentes, quedando visibles y evidenciando parte de la historia de la parcela.

En resumen, la rehabilitación del antiguo convento de monjas es mucho más que una simple restauración: es una renovación integral que recupera el pasado para construir un futuro más vibrante e inclusivo. Con una visión formal, técnica, sensible y fresca, el proyecto redefine el edificio como un espacio vivo e inspirador para la comunidad de Llubí y sus visitantes.