Un proyecto de rehabilitación es especial porque permite dar brillo a algo quizás olvidado o escondido. En los proyectos que rehabilitamos intentamos ser respetuosas con las trazas del pasado y, lejos de imponer una nueva narrativa, buscamos que el proyecto dialogue con lo que ya existe, reconociendo su valor y dándole un nuevo sentido.
El primero de los pasos es realizar un levantamiento de lo existente documentando con planos y fotografías el estado actual para, de una manera rigurosa, determinar y evaluar su estado y poder discernir qué puede mantenerse y qué tiene que eliminarse o transformarse para adaptarse a las nuevas necesidades.
A nivel espacial y volumétrico nuestra manera de trabajar sobre un elemento construido no pretende reproducir los espacios de manera mimética, sino transformarlos para adaptarlos a la nueva situación y a las nuevas necesidades desde una mirada contemporánea.
La intervención puede abarcar refuerzos estructurales, mejoras en la envolvente y actualización de las instalaciones. A nivel material, intentamos recuperar todos los elementos posibles de la construcción existente y en algunos casos les damos una nueva vida, combinándolos con nuevos materiales que permiten reconocer el proyecto precisamente como un nuevo espacio intervenido que se integra con lo existente pero en el que se leen las diversas capas de intervención.
Definimos el proyecto y realizamos el seguimiento de la obra con el máximo rigor y precisión. Cada decisión se toma con un criterio claro y fundamentado, siempre en busca del equilibrio entre lo técnico y lo simbólico. Para ello es fundamental la colaboración con especialistas en estructuras, instalaciones y eficiencia energética, quienes complementan y enriquecen el proceso permitiéndonos abordar cada rehabilitación de forma integral.